Gigantes en la mitología nórdica: Monstruos sobrehumanos retratados como seres divinos

Gigantes en la mitología nórdica: Fuertes opositores de los dioses

En la mitología nórdica, así como en muchas otras culturas del mundo, los gigantes jugaron un papel importante, siendo la representación del caos indomable hasta el fin del mundo.

El concepto actual que se tiene de los gigantes es una combinación de las leyendas antiguas. Una de estas fuentes proviene de la mitología nórdica.

Estas criaturas guardan un papel de suma importancia dentro de su historia. Son mencionados desde la creación, hasta el Ragnarök, la batalla del fin del mundo.

La oposición a los dioses

Izq.: Representación de gigantes llevándose a Freyja. Der.: Puente de Jötunheim. Crédito Arthur Rackham/Wikimedia Commons/Ubisoft

Para los nórdicos, los gigantes eran muy similares a los trolls; criaturas horribles que habitaban tierras alejadas de los asentamientos humanos. De hecho, la única razón para acercarse a ellos, era para callar el ruido de las campanas de las capillas.

El historiador medieval sueco, Saxo Grammaticus, atribuyó la creación de los dólmenes, unas construcciones megalíticas colosales, a los gigantes.

De hecho, se cree que los restos de aquellos que murieron en batalla aún se pueden encontrar en los campos. Especialmente si hablamos de los Jotun.

Es posible que el papel más relevante que hayan tenido los gigantes dentro de la mitología nórdica, provenga de esta raza de gigantes con fuerza sobrehumana.

Eran considerados la oposición de los dioses. Aunque, en muchas ocasiones, trabajaban juntos e, incluso, llegaron a casarse. Como el caso de Æsir y Vanir.

Estos seres habitaban en Jötunheim, uno de los nueve mundos de la mitología nórdica. Su fortaleza era conocida como Utgard.

Estaban totalmente separados del reino humano por las montañas más altas y los bosques más grandes. Sin embargo, los que vivían con los hombres, lo hacían en lugares oscuros, como las cuevas y los bosques.

La creación del mundo y los gigantes

Durante el Ginnungagap; la época antes de que se crearan los cielos o la tierra y solo existiera el caos, la primera criatura que se formó fue un gigante llamado Ymir.

Ginnungagap, el comienzo del mundo nórdico. Crédito: Francisco de Goya- Edición: Mystery Science.

La mitología cuenta que, mientras dormía, de su axila nacieron una hija y un hijo gigante. De sus pies nació una criatura de 6 cabezas.

Estos 3 seres dieron nacimiento a la raza de hrímþursar, los gigantes de hielo, quienes habitaron el Niflheim, el mundo de la niebla, el frío y el hielo.

A diferencia de los dioses, que nacieron a partir de la vaca Auðumbla, que lamía el hielo salado del Ginnungagap. El primer dios en nacer fue Buri, padre de Bor y abuelo de Odín.

Cuando Odín asesinó a Ymir, su sangre transformada en agua inundó todo el Niflheim, donde la mayoría de los gigantes murieron ahogados. Una historia sumamente parecida al Gran Diluvio Universal de otras mitologías.

Los únicos sobrevivientes fueron Bergelmir y su esposa. Ellos, años después, serían los responsables de la repoblación de su raza.

La representación del caos

Para los antiguos nórdicos, los gigantes eran la representación del caos; todo aquello que les parecía indomable, como la naturaleza misma.

El triunfo de los dioses sobre ellos es la representación de la cultura humana sobre la naturaleza.

Jörmundgander también era considerado un gigante.

De hecho, la mitología habla como Heimdall siempre está vigilando el puente Bifröst, desde Asgard hasta Jötunheim, y Thor viajaba frecuentemente hasta el mundo de los gigantes para asesinar todos los que pudiera.

Sus descripciones varían, pero normalmente tienen garras, colmillos o con cuerpos desproporcionados, más allá de su colosal tamaño.

Incluso pueden tener varias cabezas o formas que no se asemejan a los humanos, como los hijos de Loki, Jörmundgander y Fenrir , a los cuales también se les considera gigantes.

Sin embargo, también existen otros que son considerados sabios dentro de la mitología nórdica. Los ejemplos más claros son Mimer y Vafþrúðnir, quienes son buscados por Odín para obtener el conocimiento pre-cósmico.

Además, y a pesar de vivir en una constante guerra, la mayoría de los dioses están casados con gigantes; Njord está casado con Skaði, Gerd es la compañera de Frey, Odín tiene el amor de Gunnlod. Hasta Thor, considerado el asesino más grande de su raza, está enamorado de Járnsaxa, la madre de Magni.

El fin del mundo

Ragnarok
Imagen ilustrativa de la batalla entre Freyr, dios de la paz y la fertilidad, frente a Surt, gigante mitológico que desataría el apocalipsis.

Cuando los gigantes de Jötunheim unieron fuerzas con Niflheim y lanzaron un ataque contra los dioses, dando inicio al Ragnarök, aparecieron los gigantes de fuego.

Estos seres llamados muspeli, originarios de Muspelheim, el mundo del calor y el fuego. Estos gigantes eran gobernados por Surt, El Negro y su reina, Sinmore.

Su labor en la mitología nórdica y especialmente durante la encarnizada guerra final, fue la destrucción final del mundo al incendiar el árbol sagrado del mundo, Yggdrasil.

En cada cultura antigua de nuestro mundo podemos encontrar relatos relacionados con los gigantes, y la importancia que éstos tienen para su mitología nunca es menor. Además que muchas de sus leyendas tienen similitudes. Ésta es una de las razones del por qué se cree la Tierra estuvo poblada de estos seres en el pasado.

Referencias: Mitos y leyendas escritas / Jotun, los gigantes nórdicos.

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