Antiguas tablillas mesopotámicas mencionan brujas, hechiceros y exorcistas

Antiguas tablillas mesopotámicas mencionan brujas, hechiceros y exorcistas

Existen muchos misterios en la antigua Mesopotamia, sin embargo, pocas personas saben que antiguas tablillas mencionan la existencia de brujas, hechiceros y exorcistas.

La vasta región de Asia occidental que ocupó la antigua Mesopotamia, es considerada la «cuna de la civilización».

El desarrollo que alcanzó como civilización era algo sin precedentes; su ganadería, matemáticas, arquitectura, entre otras cosas, sentaron las bases de nuestra sociedad.

Sin embargo, un lado oculto que muy pocas personas conocen, es que dicha región también desarrolló una gran red de cultos y brujería que quedaron documentados en las antiguas tablillas Maqlú.

Registro de antiguas tradiciones oscuras

Tablilla antigua donde se representa un exorcismo. Crédito: Fæ/Wikimedia Commons

Miles de tablillas nos han mostrado como vivía la antigua región mesopotámica. Desde registros cuneiformes de tratados militares, hasta poemas épicos como la Epopeya de Gilgamesh.

Sin embargo, existen pocos textos antiguos tan extraños y fascinantes como la tablilla de Maqlú.

Maqlú significa, literalmente, «quemar». Esta obra fue escrita alrededor del año 700 a. C., y está compuesta por 9 tablillas.

Su objetivo era ahuyentar y anular la magia oscura, proteger al objetivo y debilitar al responsable de lanzar el hechizo o maldición.

Séptima tablilla de la serie Maqlu donde se dan instrucciones detalladas para quemar una figura que representa a la bruja con el fin de ahuyentar los efectos de su magia. Crédito: British Museum

Las primeras 8 tablillas contienen hasta 100 encantamientos, y la novena da instrucciones para crear un ritual. Éste último, enfocado en exorcizar a una persona.

También nos muestra como «quemar» a una figura que representa a una bruja para alejar su magia. Este ritual es el que da el nombre al documento.

Para que una sociedad como la mesopotámica haya creado un texto como éste, quiere decir que era una necesidad… y la práctica de la brujería era constante.

Brujería en la antigua Mesopotamia

La brujería presentada en el Maqlú se nos muestra como anónima. En pocas palabras, el objetivo del ritual no es descubrir quién es la bruja o hechicero, sino reemplazar su figura por una efigie sin nombre. Los dioses, quienes todo lo ven, se encargarían de «castigar» al responsable.

Fragmento de talismán usado durante exorcismos. Crédito: Rama/Wikimedia Commons

Para contrarrestar la magia maligna, los exorcistas realizaban una ceremonia. Así vemos que el Maqlú, junto a otros textos antiguos, muestran una sociedad donde la magia era común y podía practicarse para el bien o el mal.

De esta forma podemos notar que, aunque estaba muy avanzada en astronomía y fenómenos naturales, estos no se entendían del todo.

Estas cosas eran vistas como una forma de predecir y evitar algunos eventos negativos y muchas de las inscripciones que sobrevivieron hasta nuestros días lo demuestran.

Uno de los textos más importantes sobre el tema, es el Enuma Anu Enlil, el cual tiene alrededor de 7.000 augurios celestiales. Todos relacionados con el rey y el estado.

Esto quiere decir que al rey se le actualizaba constantemente sobre las predicciones y premociones.

Šumma ālu ina mēlê šakin es otro texto importante. Este consta de 120 tabletas de arcillas con más de 10.000 presagios relacionados con cantidades elevadas de personas en un momento específico.

Sin embargo, el que más ha captado la atención de los eruditos, es el Šumma izbu. Estos augurios se relacionan con el nacimiento de humanos y animales deformes.

Obviamente, los presagios no siempre eran negativos y muchas veces se vinculaba solo a la parte del cuerpo deforme. Por ejemplo, una deformidad en la parte derecha del cuerpo era negativa, pero del lado izquierdo podía significar fortuna.

Magos y hechiceros antiguos

Apkallu, figura masculina con capucha usada durante el período neo-asirio por los practicantes de la magia para proteger el interior de las casas. Crédito: Museo Metropolitano de Arte.

Una de las tablillas antiguas muestra la existencia de la magia en el día a día de las personas. Esta enumera los tipos de piedras y sus capacidades mágicas. De esta forma, cualquier persona era capaz de saber que piedra debía usar para cada propósito.

Otras pruebas de magia y brujería cotidiana se encuentran en los artefactos encontrados. Figuras de barro de dioses, animales y otras criaturas místicas halladas en hogares mesopotámicos. Normalmente escondidos en zonas de la casa que eran propensas a espíritus malignos.

También se encontraron colgantes con figuras de Lamashtu, usadas por mujeres embarazadas. Esto se debía a que era conocido por atacar a mujeres embarazadas y bebés. Al igual que con las brujas, su figura la espantaba.

A pesar de que la magia era común en la sociedad, también existían magos y hechiceros profesionales.

Estos eran considerados especialistas, algunos en la adivinación, otros en exorcismos. Como era común en sociedades pasadas, estas personas que trabajaban en un campo que no era comprendido, eran considerados magos.

De hecho, muchos de ellos fueron colocados junto a médicos o astrónomos para unir sus conocimientos.

A pesar de que la sociedad mesopotámica representó un gran salto en la humanidad, tanto como ser considerada como la primera civilización, su creencia en la magia, hechicería y brujería era notable, tal como lo demuestra el escrito Maqlú.

 

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