Cada vez es más evidente que nuestro planeta lleva habitado mucho más tiempo del que creemos. Al parecer, hay claras pruebas de que una civilización avanzada pobló la Tierra hace más de 13.000 años. Dicha civilización llegó a su fin con el impacto de un cometa, un evento catastrófico que podría repetirse en el futuro cercano.
El impacto de un cometa hace miles de años
Graham Hancock es uno de los escritores e investigadores más controversiales de los últimos tiempos. En su libro Magos de los Dioses: la sabiduría olvidada de la civilización perdida de la Tierra, planteó una teoría que fue cuestionada o ignorada por muchos. Afirmó que los restos de un cometa gigante colisionaron con la Tierra hace unos 12.800 años.
El impacto de los meteoritos que atravesaron nuestra atmosfera generaron un cataclismo global de proporciones similares al que causó la muerte de los dinosaurios. Hancock asegura que al menos ocho de los escombros del cometa cayeron en la capa de hielo norteamericana, y otros más golpearon la zona norte de Europa.
El calor provocado por el acercamiento de esas gigantescas bolas de fuego, a más de 150.000 kilómetros por hora, derritieron al instante millones de kilómetros cuadrados de hielo. En consecuencia, la corteza terrestre se desestabilizó como nunca antes y sufrió una inundación global recordada en mitos de todas las culturas antiguas.
¿Una teoría sin fundamento?
Por años, las afirmaciones de Hancock no fueron consideradas como verídicas y ni si quiera probables. Muchos científicos se pronunciaron al respecto, señalando que es imposible que una civilización desarrollada haya habitado nuestro planeta hace decenas de miles de años.
Rápidamente, Hancock fue tildado de un soñador o, al menos, un escritor engañado, y su obra fue rechazada por la mayoría de los expertos en la materia. Parece que era difícil aceptar una nueva cronología para la humanidad, un aspecto de la historia que ha sufrido continuos ataques.
Puede que no se trate de una simple teoría
Un evento catastrófico como el descrito por Hancock en sus escritos tuvo que haber dejado marcas tan profundas en la Tierra que aun hoy puedan ser rastreadas. No puede haber un lugar mejor para buscar dichas marcas que en el monumento humano más antiguo conocido por el hombre: Göbekli Tepe.
Un grupo de expertos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo publicaron los resultados de una investigación hecha en Göbekli Tepe. Al parecer, es una evidencia fehaciente de que un cometa colisionó con la Tierra alrededor del año 11.000 a.C. Dicho cataclismo produjo eventos devastadores que acabaron con una la civilización avanzada.
Hancock agrega un detalle más en sus escritos: ese cataclismo ocurrido hace más de 13.000 años puede volver a ocurrir. De hecho, indicó que la Tierra cruzará una lluvia de meteoritos parecida en 10 años, cerca del 2030.
Gobekli Tepe, el monumento más antiguo del mundo
Cabe señalar que la capa más antigua de Gobekli Tepe data del año 9600 a.C., lo que quiere decir que este templo es 7.000 años más antiguo que las pirámides de Egipto. Fue precisamente allí, en Göbekli Tepe, que se hallaron unas intrincadas tallas de piedra con símbolos astronómicos vinculados a una catástrofe global ocurrida en 10.950 a.C.
Una sociedad avanzada de más de 13.000 años de antigüedad
El Dr. Martin Suetman de Edimburgo examinó algunos pilares de piedra en las ruinas de Göbekli Tepe en la actual Turquía. Al parecer, uno de los pilares parece tener signos y marcas que conmemoran un evento devastador en la historia del hombre, específicamente al final de la Edad de Hielo.
El monumento en cuestión se ha denominado la Piedra Buitre, y en ella puede verse una clara alusión al sufrimiento humano, con símbolos interesantes que cuentan una historia increíble. Para que quedaran rastros conmemorativos de aquel evento sombrío, los seres humanos de la época no pudieron haber sido simples cavernícolas.
¿Cómo es posible que los constructores del Göbekli Tepe, de hace más de diez mil años, fueran capaces de tallar intrincados símbolos astronómicos en su edificación? Según la cronología oficialmente aceptada, en esa época los humanos eran salvajes, cazadores y recolectores sin ningún conocimiento de ingeniería ni matemáticas.
Todo esto genera grandes dudas sobre lo que sabemos sobre los hombres prehistóricos «incivilizados», asimismo nos hace pensar que es posible que existieran civilizaciones avanzadas antes del 6000 a. C. y que sus huellas simplemente se han perdido en el tiempo.
Göbekli Tepe es un gran enigma, los símbolos hallados en sus pilares conjugan todo un mundo animista arquetípico, tribal y chamánico. El gran desafío de la antropología y la historia de las religiones consistirá en interpretar correctamente estos símbolos y comprender la naturaleza de los primeros pasos de la humanidad, desarrollada en esta zona del mundo, que al parecer podrían reescribir la historia que conocemos.
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