Un equipo de paleontólogos mexicanos descubrió un fragmento de cráneo de un antiguo dinosaurio carnívoro. Aunque en la zona del hallazgo existieron varios depredadores hace millones de años, este se distinguía de los demás debido al tamaño de su cerebro, sugiriendo una inteligencia notable.
El espécimen fue localizado en el municipio de General Cepeda, en Coahuila. A pesar de su reducido tamaño, este se considera como uno de los animales más inteligentes de su época.
Descubriendo una especie desconocida
En 2007 la paleontóloga mexicana Martha Carolina Aguillón descubrió en medio de las rocas parte del fósil. La pieza pasó casi dos décadas en el cajón de Objetos Fósiles No Identificados de la paleontóloga, siendo objeto de minuciosos análisis y desafiando las clasificaciones previas de dinosaurios en la región.
Hasta que recientemente, se reveló que pertenece a los troodóntidos, un grupo de dinosaurios carnívoros conocidos por su tamaño cerebral superior, que habitaron la zona hace más de 74 millones de años.
Anteriormente solo en Asia y Norteamérica se habían descubierto restos fósiles de este carnívoro, y se cree que se asentó al norte de México durante los procesos de migración.
Los troodóntidos son un grupo de dinosaurios terópodos que vivieron en el periodo Cretácico, hace aproximadamente entre 75 y 65 millones de años. Eran dinosaurios pequeños y ágiles, con características que los diferenciaban de otros terópodos.
Se caracterizaban por un cráneo grande y estrecho, extremidades con tres dedos funcionales y garras largas y curvadas en los miembros traseros que les permitían trepar y agarrar a su presa.
Esta especie es muy interesante, porque se considera que eran dinosaurios inteligentes, en comparación con otros grupos.
Se han encontrado fósiles de troodóntidos con cerebros relativamente grandes en relación con el tamaño de su cuerpo, lo que sugiere una mayor capacidad cognitiva. Además, algunos científicos creen que podrían haber tenido plumas, lo que los relacionaría con las aves modernas.
El nuevo espécimen fue nombrado Tlatolophus galorum, lo que se traduce (del náhuatl y el griego) como «cresta palabra», debido a la peculiar forma de la parte superior de su cráneo.
Un carnivoro más inteligente que el Tyrannosaurus rex
El fósil hallado en Coahuila revela una capacidad cerebral notable y sugiere que el troodóntido era más inteligente que el Tyrannosaurus rex. El cráneo del troodóntido presenta una estructura estrecha y alargada, con una mandíbula afilada y dientes pequeños pero muy afilados, lo que indica que era carnívoro.
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A pesar de su tamaño relativamente pequeño, con una longitud promedio de dos a tres metros, lo más notable de esta especie es su inteligencia superior.
Según los expertos, el troodóntido era capaz de comunicarse con otros miembros de su especie y cazar en grupo, de esta manera podía atacar mamíferos, lagartos y serpientes. Eran bípedos, ágiles y veloces, con un cuerpo delgado y aerodinámico.
Este hallazgo brinda una ventana fascinante hacia el pasado y revela nuevos conocimientos sobre la anatomía y el comportamiento de dichas criaturas antiguas.
Referencias: El País / History.
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