El extraño cargamento de un barco de la Edad del Bronce de origen incierto

El asombroso cargamento de un barco de la Edad del Bronce de origen incierto

¿Existen las casualidades? muchas personas opinan que no, sin embargo algunos hechos demuestran todo lo contrario. Un ejemplo muy claro, tiene que ver con un buzo aficionado que encontró un barco con un extraño cargamento, mientras buscaba esponjas cerca de las costas de Turquía.

Específicamente sucedió en la ciudad de Kaç en 1982, donde de forma casual un hombre se topó con un barco hundido y toda su carga estaba intacta. Lo más espectacular de este hallazgo es la época a la que pertenece el navío, todo parece indicar que data del siglo XIV a. C, hacia finales de la Edad del Bronce.

Trabajos de recuperación del barco

Recuperar el extraño cargamento del barco, cuyo origen aún hoy día sigue siendo incierto, fue todo un reto. La embarcación se encontraba a 60 metros de la costa y aproximadamente a 61 metros de profundidad. Dos años después del descubrimiento, en 1984, fue cuando comenzaron a trabajar para recobrar la carga.

Durante 10 años, buzos norteamericanos y turcos efectuaron un arduo trabajo en el que emplearon más 6600 horas de buceo y 22 mil inmersiones, hasta recuperar por completo el cargamento. Actualmente el Museo de arqueología submarina de Bodrum, exhibe la mayor cantidad de estos objetos, muchos de ellos todavía se están analizando.

Reconstrucción en el Museo de Bodrum. Crédito: Georges Jansoone / Wikimedia Commons

¿Por qué es tan extraña la carga del barco?

Nunca antes se había visto nada igual, porque las piezas que contenía el barco solo se conocían por medio de escritos antiguos y dibujos encontrados en las tumbas faraónicas. En su mayoría la carga que transportaba la embarcación, correspondía a materia prima con la que se comercializaba en aquella época.

Parte de lo que se descubrió en las bodegas del navío se menciona a continuación:

  • 10 toneladas de cobre crudo distribuidos en 354 lingotes con forma rectangular.
  • 121 rollos y lingotes ovalados de cobre.
  • 40 barras de estaño, cuya procedencia se estima sean las minas de Tartessos. 
  • 149 jarras de origen cananeo, el contenido de muchas de ellas era una sustancia parecida al aguarrás. Son muy parecidas a las halladas en Tell el-Amarna en Egipto. 
  • Colmillos de hipopótamos y elefantes.
  • Madera de ébano.
  • Alfarería de Chipre.
  • Huevos de avestruz.
  • Caparazones de tortuga.
  • Vasijas de cobre y bronce,
  • Lámparas de aceite.
  • 175 barras de vidrio turquesa, constituyéndose en los primeros de su tipo que se encuentran intactos.
  • Herramientas para carpinteros en bronce.
  • Dos cajas de cosméticos en forma de pato, hechos de marfil. 
  • Además de varios pendientes de oro, ámbar y plata, adornos de cuarzo, ágatas, anillos de conchas marinas.
  • Un Escarabajo de Nefertiti correspondiente al 1360-1335 a. C, este detalle indica que el barco no se hundió antes de que ella se convirtiera en reina.
Algunas piezas del fantástico cargamento del Uluburun.

Asimismo, los buzos también encontraron tabletas de madera con bisagras, que servían como cuadernos. Estas tablillas de madera también se mencionaron en la Ilíada de Homero, lo que refleja aspectos de la sociedad de la Edad del Bronce.

Procedencia y tripulación del barco

Ambas cosas son un total misterio que hasta ahora no se ha podido esclarecer, los investigadores aún trabajan para dar esas respuestas. Lo que sí se sabe es que el barco medía alrededor de 15 o 16 metros de eslora y fue construido con madera de roble y cedro libanés.

Dado que las tablas son de cedro de libanés, puede que su origen sea de Turquía, Chipre o el Líbano, lugares donde comúnmente crecen estos árboles. Así mismo, los expertos tienen una pista relacionada con su itinerario y hundimiento.

Cuando la embarcación se hundió, llevaba a bordo cerca de 18 mil piezas que procedían de diferentes lugares. Algunos de ellos son Egipto, Chipre, micénica, cananea, asiria, entre otras. Se cree que su último destino sería uno de los castillos micénicos pertenecientes a la Grecia continental, por unas cerámicas halladas en la embarcación.

Pruebas de un comercio internacional de largo alcance 

Izq.: Parte de las joyas encontradas. Derecha: Extracción de piezas. Crédito: Georges Jansoone/Wikimedia Commons / Uluburun Project

Algo que sí ha quedado claro para los investigadores es que, en el Egeo de la Edad del Bronce Tardío, se realizaba un comercio internacional de gran alcance. Eso queda demostrado porque los objetos encontrados en el navío abarcan una gran extensión de territorios.

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Geográficamente se ubican entre el norte de Europa hasta llegar a África, al oeste desde Sicilia y Cerdeña, hasta Mesopotamia por el este. Es posible que la realeza del Cercano Oriente de aquellas civilizaciones, se dedicara a hacer un tipo de intercambio de regalos.

Datado en el año 1300 a.C., este sería el naufragio más antiguo que se ha descubierto hasta ahora. Un testimonio de las arcaicas crónicas de navegaciones o de batallas navales, muchas de las cuales, dejaron sus restos en el fondo marino y que más tarde han sido descubiertas y rescatados, permitiéndonos conocer siglos después, las fantásticas maravillas que eran transportadas en su interior.

Referencias: Institute of Nautical Archaeology/The Journal of Egyptian Archaeology.

 

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