El lagarto cornudo es un reptil pequeño que habita en zonas áridas de América del Norte y Centroamérica. Es conocido por su distintivo aspecto, con una cabeza en forma de cuña y un cuerpo cubierto de escamas puntiagudas. También es famoso por su capacidad de lanzar sangre por los ojos, algo que le permite ahuyentar rápidamente a sus depredadores.
En lo concerniente a sus principales características físicas, el lagarto cornudo se destaca por medir entre 7 y 14 centímetros de largo. Su cabeza es ancha y triangular, con dos «cuernos» que sobresalen de la parte superior de la cabeza. Estos cuernos son en realidad escamas modificadas que se usa para defenderse de los depredadores.
El lagarto también tiene una cola larga y delgada que se puede desprender si es atacado por un depredador. Esta capacidad se conoce como autotomía caudal y le permite escapar de un ataque inminente, sin mayores complicaciones porque puede regenerarse posteriormente.
Reptil que arroja sangre: hábitat, alimentación y capacidad reproductiva
El reptil que lanza sangre por sus ojos se encuentra desde el sur de Canadá hasta Guatemala. Habita en una variedad de ambientes, desde desiertos hasta bosques y praderas. Prefiere los entornos áridos y rocosos, donde se camufla bien con su piel escamosa.
Se le considera un depredador oportunista, ya que se alimenta de una variedad de insectos, incluyendo hormigas, escarabajos, moscas y orugas. También se sabe que come pequeños lagartos y roedores. A pesar de su diminuto tamaño, el lagarto tiene una mordida poderosa que le permite atrapar y matar a sus presas.
La temporada de reproducción varía según la especie y la ubicación geográfica. En general, el apareamiento ocurre en primavera y verano, y las hembras ponen de 2 a 24 huevos en el suelo. Los huevos eclosionan después de 40 a 60 días, y las crías son completamente independientes al nacer.
Mecanismos de defensa
Uno de los rasgos más interesantes del lagarto cornudo son sus mecanismos de defensa, entre los que sobresale el de ‘arrojar sangre’ por sus ojos cuando se considera en peligro. Esta habilidad se debe a la presencia de glándulas de la sal en los ojos del reptil, que producen una sustancia roja y espesa.
El primer paso consiste en contraer las venas para detener el flujo de sangre al corazón. El siguiente paso es aplicar presión en los senos oculares para arrojar sangre. Luego dispara un chorro de sangre que puede llegar más allá de un metro de distancia.
De manera que cuando siente la presencia de una amenaza, aprieta los ojos y la sustancia se excreta a través de pequeños conductos que salen de sus glándulas. Esto permite disuadir a los depredadores y darle tiempo para escapar.
Esta sustancia lanzada por el reptil puede ser tóxica para algunos animales como para perros, lobos y coyotes. También puede tener un efecto irritante en la piel de los humanos, por lo que es importante evitar el contacto con el líquido.
La sustancia química nociva que arroja a sus enemigos es el ácido fórmico. Está presente en su sangre gracias su dieta, concretamente de las hormigas cosechadoras venenosas, su principal fuente de alimento.
Pero, arrojar sangre no es el único medio de defensa utilizado por el lagarto cornudo. El camuflaje, así como el congelamiento para mantenerse estático durante largo tiempo, forman parte de sus líneas defensivas para hacerle frente a sus potenciales enemigos. Con razón algunos investigadores lo llaman apropiadamente, «el reptil con nervios de acero».
Sumado a esto, el lagarto cornudo posee otra interesante característica usada para defenderse, es capaz de inflar su cuerpo hasta el doble de su tamaño, como un globo espinoso y de esta manera espantar a sus depredadores. No olvidemos que verse más grande siempre es una buena manera de intimidar a otros animales en la naturaleza.
Conservación medio ambiental
El lagarto cornudo está actualmente en peligro de extinción. Su hábitat natural está siendo amenazado por el desarrollo humano, la erradicación de su principal fuente de alimento y el comercio ilegal de animales. La degradación del ecosistema puede afectar la supervivencia de la especie y reducir considerablemente su número.
De allí la importancia de que las autoridades ambientales tomen las respectivas medidas para resguardar los hábitats del lagarto y para garantizar su conservación a largo plazo. Esto puede incluir la protección de áreas naturales y la implementación de prácticas agrícolas y de desarrollo sostenibles.
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En resumen, el lagarto es un reptil fascinante que tiene muchas características interesantes. Su distintivo aspecto y su capacidad de arrojar sangre por los ojos, lo han convertido en una leyenda en algunas culturas, pero su verdadera importancia radica en su papel en el ecosistema y en la conservación de su medio natural.
Aunque su apariencia puede parecer intimidante, es una parte importante de la biodiversidad y merece nuestro respeto y protección. Con un esfuerzo conjunto, podemos asegurar que este increíble animal siga siendo parte de nuestro mundo natural en los años venideros.
Referencias: Muy interesante / National Geographic.
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