En el año 2016 la Unesco declaró como Patrimonio de la Humanidad las ruinas de una misteriosa ciudad, ubicada en una isla del Océano Pacífico. Aunque se trata de un impresionante parque arqueológico, considerado uno de los más significativos de la región, su verdadero origen es todo un enigma.
Hasta el día de hoy, los investigadores no han podido establecer con exactitud, quiénes fueron los constructores de esta maravillosa ciudad megalítica. A pesar de los diferentes estudios y el esfuerzo realizado por muchos expertos a lo largo de los años, todo ha resultado en vano. ¡Ni siquiera con el apoyo de la tecnología!
Nan Madol: una maravillosa y misteriosa ciudad en medio del pacífico
Hacia el sur de la Isla Pohnpei, en medio del Océano Pacífico se encuentra una de las grandes maravillas de la arqueología, la ciudad de Nan Madol. Fue construida sobre unos arrecifes de coral, para hacerlo sus constructores usaron gigantescas rocas basálticas.
El peso de las enormes rocas varía entre 5 toneladas las más pequeñas, hasta las 40 toneladas las más grandes. Algo verdaderamente impresionante, si tomamos en cuenta la datación de la ciudad, que algunos la ubican en el siglo II d.C.
Cuando los primeros exploradores europeos visitaron la ciudad, quedaron tan impresionados que llagaron a considerarla como la octava maravilla del mundo. Los edificios megalíticos que conforman la ciudad, aún pueden verse en pie, incluso se puede apreciar que sus cimientos están bajo las aguas.
Pero lamentablemente, las ruinas no cuentan con algún elemento artístico o un petroglifo, que ayude a los expertos a determinar cuándo fue construida. Tampoco se puede establecer qué civilización habitó la ciudad. Sobre este punto hay serias discrepancias entre los expertos, esas diferencias han convertido a Nan Madol en otro misterio sin resolver.
Se construyó hace 14 mil años
Al momento de hacer referencia al origen de la ciudad, las opiniones de los arqueólogos y otros expertos no concuerdan. Basados en unos antiguos restos humanos encontrados en la isla, algunos científicos ubican la datación en siglo II d.C.
Pero es posible que esa fecha se corresponda sólo con la osamenta, más no con la verdadera construcción de la ciudad. Hay pruebas que sustentan esta teoría. Un hecho que llama la atención es que, las bases de Nan Madol se encuentran sumergidas en el fondo del océano. Ya mencionamos que son enormes bloques de piedra que pesan hasta 40 toneladas.
Entonces, ¿cómo se pudieron sembrar bajo las aguas rocas tan grandes y pesadas en aquella época? ¡Nadie podría hacerlo! Este detalle hace suponer que, Nan Madol estuvo por encima del nivel del mar cuando sus constructores la edificaron y luego se hundió. Sin embargo, este planteamiento no es apoyado por los geólogos.
Según lo que han declarado, la Isla Pohnpei jamás en su historia ha sido afectada por ningún fenómeno que la haya hundido. Como sí ha ocurrido con otras ciudades. Ahora la pregunta es, ¿cómo fue que la ciudad quedó bajo las aguas?
Hay dos planteamientos que tratan de explicarlo, uno se basa en argumentos científicos lógicos relacionado con el incremento de las aguas oceánicas. Mientras que el otro se refiere a una mítica leyenda.
¡Entre la ciencia y la leyenda!
De acuerdo con algunos historiadores y geólogos, la última desglaciación a gran escala ocurrida en la Tierra fue hace 14 mil años. El hielo que cubría gran parte del planeta se derritió y esas aguas fueron a parar al océano, como resultado sus niveles pudieron elevarse por encima de los 100 metros.
Por eso se puede ubicar la construcción de la maravillosa ciudad, hace 14 mil años, aunque esta teoría no sea aceptada por los principales investigadores de Nan Madol. ¡Esta prueba es contundente e irrefutable! Claro, todavía queda por establecer quiénes la edificaron y cómo lo hicieron.
Investigaciones llevadas a cabo por buceadores, les permitieron observar que, sumergido en el mar existen restos de la ciudad. No solo observaron partes de antiguas carreteras, sino también avenidas y cementerios que un día formaron parte de los islotes.
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Es en este escenario donde se presentan otras interrogantes, ¿de qué manera los constructores trasladaron más de 100 mil toneladas métricas de roca basáltica a la isla? ¿Qué medio utilizaron? ¿Qué herramientas emplearon?
Teorías alrededor de Nan Madol
Existe una interesante leyenda sobre los gemelos hechiceros llamados Olisihpa y Olosohpa. Esta cuenta que ellos provenían de un lugar místico llamado «Katau Occidental» y viajaron en una canoa hasta llegar a Nan Madol.
Una vez que se establecieron, decidieron construir un altar para rendir adoración al dios de la agricultura llamado Nahnisohn Sahpw. Según la leyenda, ellos usaron sus poderes mágicos para controlar a un dragón volador, haciendo que las pesadas y enormes rocas levitaran hasta la isla. Tras la muerte de Olisihpa, se establecería en Nan Madol el primer representante de la dinastía Saudeleur, por medio de Olosohpa.
Por otro lado, algunos investigadores alternativos han considerado que las ruinas de Nan Madol podrían hacer parte de continentes perdidos tales como Mu y Lemuria.
En su libro The Lost continent of Mu, Motherland of Man, publicado en 1926, el escritor James Churchward planteó que Nan Madol hizo parte del continente perdido de Mu.
Asimismo, el investigador y autor David H. Childress podría estar conectada con Lemuria, el continente perdido.
El escritor Bill S. Balinger teorizó en su libro Lost city of Stones de 1978, que Nan Madol fue construida por marineros griegos en el año 30 a.C.
De igual manera, los lugareños la conocen como «la Atlántida del Pacífico», ya que relatos de pueblos cercanos narran que esconde otra ciudad misteriosa bajo las aguas, de la que ocasionalmente se irradiaban luces que eran vistas en la superficie.
Aunque aún no hay respuestas certeras disponibles, queda el misterio alrededor de esta civilización pérdida, que fundó la ciudad hace 14 mil años. Cómo fue posible edificación de este fabuloso lugar sin que se empleara ningún tipo de grúa, polea, o maquinaria avanzada. Un factor que sin lugar a dudas ha dejado intrigadas a muchas personas.
Referencias: ABC.es / National Geographic.
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