Hallan arte rupestre asociado al cosmos y criaturas mitológicas en México

Hallan arte rupestre asociado al cosmos y criaturas mitológicas en México

Un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto Nacional de Historia y Antropología de México (INAH) reveló que el arte rupestre en la ciudad de Huayacocotl, estaba asociado con criaturas mitológicas y antiguas ceremonias cósmicas.

El hallazgo de los grabados rupestres se hizo en la localidad de Cueva de la Mesita, una cañada entre Hidalgo y Veracruz (México). Donde hay elementos que se asocian con grupos de cazadores-recolectores; los científicos especificaron que la mayoría de las manifestaciones gráfico-rupestres está vinculada con la tradición otomí de pintura blanca, presente en el Altiplano y las Tierras Bajas de Hidalgo entre los años 950 y 1521 d.C.

Los investigadores del Instituto Nacional de Historia y Antropología de México (INAH) han presentado sus hallazgos mediante la conferencia virtual Iconografía lunar y ancestros otomíes en la Cueva de La Mesita, barrio de Pozo Dulce, Santiago Huayacocotla.

Arte rupestre y astronomía

Arte rupestre cósmico
Crédito: Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

Se distinguen dos grupos principales con pictogramas en la Cueva de la Mesita. El primero se ubica a una altura de 11 metros y contiene 12 elementos gráficos. Están pintados en el techo, directamente sobre la cabeza del observador. Según los arqueólogos, esto se debe a motivos astronómicos. Los artistas antiguos asociaron los techos de roca oscura con el cielo nocturno.

En él se representan las constelaciones, que fueron nombradas por los antiguos residentes locales como Mika y Mamalhuaztli. Fueron estas constelaciones las que se asociaron con las ceremonias del Nuevo Fuego cada 52 años.

Esta ceremonia fue típica de muchos pueblos de Mesoamérica, que experimentaron un intenso miedo al fin del mundo. Por ejemplo, los aztecas y mixtecas creían que la era duró solo 52 años, después de los cuales el mundo debería ser destruido por los dioses. Para evitar que esto sucediera, las ceremonias del Fuego Nuevo se realizaron cada 52 años, honrando el renacimiento del mundo.

Los especialistas enfatizaron que también hay otros elementos rupestres del primer panel que representan a personajes antropomorfos con narigueras, mordeduras de dientes, bezotes e, incluso, hay un individuo que aparece con una pierna cercenada. «Todos estos son rasgos de Tezcatlipoca, figura nahua que a veces acompañaba el encendido del fuego bajo la forma de Mixcóatl», dijo el investigador Alfonso Torres.

Tezcatlipoca
Tezcatlipoca, uno de los personajes representados.

En el segundo panel que se ubica a ras de suelo, se hallaron seis criaturas biomorfas (rostros) y un par antromorfos. Para los arqueólogos, esto se contrasta con el primer panel. Si las imágenes superiores insinúan el firmamento, las inferiores probablemente estén asociadas con el agua.

Según los investigadores, las criaturas representadas en él pueden ser wemas, criaturas míticas gigantes que, según las creencias otomíes, vivieron en la era prehumana. Sin embargo, una vez que hubo una inundación global, estas criaturas quedaron atrapadas en las cimas de las colinas y con el tiempo se convirtieron en piedras megalíticas.

Sin lugar a dudas, este impresionante hallazgo revela una ancestral conexión entre los humanos y el espacio.

 

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