Guerreros Jaguar: Feroces combatientes del ejército mexica

Guerreros Jaguar: Feroces combatientes del ejército mexica

Durante numerosas décadas se ha mantenido una conocida historia que incluso, ha llegado a ser contada como una sobresaliente leyenda. La realidad es que hace muchos años, existió un poderoso ejército que tenía los combatientes más fuertes del mundo. Se les conocía como «Los guerreros jaguar» o también llamados «Ocelopilli».

La procedencia de los vigorosos guerreros

Estos famosos luchadores eran aztecas, procedentes de una antigua civilización en Mesoamérica, también eran conocidos como soldados que pertenecían al ejército de mexica. Se les llamaba guerreros jaguar por el distinguido atuendo que usaban en representación a esta feroz criatura.

¿Por qué portaban tal vestimenta en las batallas? Se debía a que tenían la firme creencia de que hacer esto les proporciona la fuerza y el comportamiento del animal durante la guerra. Para ellos el jaguar era la representación de la oscuridad y la luz.

El origen del ejército azteca

El inicio de la célebre civilización azteca fue el resultado de un pacto militar. Que finalmente, terminó uniendo a 3 grupos de los combatientes más poderosos del siglo XV, procedentes de Tlacopan, Tenochtitlan y Texcoco. Sin embargo, los mexicas siempre superaron a sus aliados, no solo en número, sino también en fuerza.

Los combatientes águilas y jaguar, además de las técnicas de guerra, fueron un elemento fundamental para el crecimiento de su territorio. Por otro lado, el número de sus soldados creció considerablemente y se extendieron desde el golfo de México hasta el Pacifico.

¿De dónde procedía el poder del imperio mexica?

Además de la destreza en el campo de batalla, los mexicas eran una tribu que sabía ejercer su influencia para obtener beneficios. Llegaron a tener tanta autoridad sobre otros pueblos, que se les debía pagar tasa e impuestos.

Como resultado, su poder y riquezas llegaron a convertirla en una ciudad muy próspera. Su dominio llegó a ser tan sobresaliente, que incluso su lengua se extendió por toda Mesoamérica, siendo el idioma más común del amplio territorio.

El largo recorrido para formar parte de los guerreros 

Puede decirse que la fuerte vida que tenían los aztecas, iniciaba desde su nacimiento porque eran sumergidos en agua extremadamente fría. Si sobrevivían, era símbolo de que los dioses lo habían aceptado y podía vivir.

Con tan solo 7 años de edad, podían ser escogidos para ingresar en la escuela donde aprenderían el arte de la guerra y trabajo físico. Si los niños prosperaban y los resultados eran positivos, llegaban a formar parte del gran ejército azteca. Pero no todos alcanzaban el honor de ser verdaderos Ocelopilli.

¿Qué debían hacer para ser aspirantes a guerreros jaguar?

Quienes deseaban formar parte de esta fuerza especial, debían haber sido estudiantes sobresalientes en la escuela conocida como «Calmécac». Además, era obligatorio participar como soldado, en al menos 3 campañas militares, y demostrar gran valentía al momento de la lucha.

La buena conducta del solicitante, era un factor fundamental. Debido a que las autoridades de su localidad confirmaban que el aspirante, realmente era una buena persona. Y que además se preocupa verdaderamente por resolver los problemas de la comunidad.

¿Cómo era la enseñanza que recibían los soldados?

Los guerreros jaguar encabezaban los combates y los asaltos bélicos del Imperio Azteca.

Cuando el solicitante pasaba todas las pruebas y era aceptado, debía dejar la comodidad de su hogar para dirigirse a un centro donde sería entrenado. La formación podía durar hasta 5 años, pero no solo se adiestraba el físico.

Además, aprendían diversas disciplinas, como lo era la botánica, matemáticas, teogonía, lectura, cómo interpretar manuscritos e incluso astronomía. El grado de instrucción que recibían era bastante completo y dificultoso, motivo por el que muchos alumnos abandonaban la carrera antes de culminarla.

Luego de pasar exitosamente las pruebas de estudiantes, debían demostrar que tenían dotes de mando, dirigiendo pequeñas tropas. Por último, era necesario que pusieran en práctica los conocimientos que habían adquirido en su comunidad. Solo así tendrían el honor de ser miembros de los Ocelopilli y se les realizaba una asombrosa ceremonia.

Cómo era el ‘equipo’ usado por un guerrero jaguar

Para la protección de su cuerpo, los guerreros usaban un escudo llamado chimalli. Este era fabricado con madera, cañas y reforzado con maguey y algodón, el cual era decorado con plumas, mosaicos de piedras preciosas y metales como bronce, oro y plata.

De igual manera, se vestían con el ichcahuipilli, una especie de armadura fabricada con algodón trenzado y fibras de maguey, que se endurecía con salmuera y otras sustancias. El ichcahuipilli podía compararse al actual chaleco antibalas ya que cubría el torso para proteger al guerrero de las flechas y los proyectiles. Era usado bajo la piel de felino con la que se cubrían.

Para proteger desde su cabeza hasta la línea de mandíbula, los guerreros usaban el cuatepoztli, un yelmo de madera, normalmente de caoba, que, simulaba la cabeza de un jaguar con las fauces abiertas, lo cual les permitía ver perfectamente.

Convertirse en guerrero era un honor para los mexicas.

El guerrero jaguar azteca era muy diestro en el manejo de muchas armas, sin embargo la que más se destacaba era el macuahuitl, la cual se fabricaba a partir de una sola pieza de madera y tenía incrustaciones de obsidiana o pedernal. En algunos escritos antiguos se registra que esta arma era tan afilada que incluso podían llegar a decapitar un animal grande con ella.

Las creencias y costumbres de los soldados aztecas

Los fuertes combatientes y habitantes tenían arraigadas costumbres y eran muy religiosos, incluso, sacrificaban personas para conseguir el favor de los dioses. Cuando fallecía un guerrero, guardaban 80 días de duelo, el tiempo que tardaba el alma en llegar al paraíso en el cielo.

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Las esposas del fallecido, dejaban sus cabellos sueltos, y bailaban al ritmo de los tambores en una especie de ritual. Los huérfanos, debían llevar joyas para ser enterradas, y tapones para los oídos del guerrero. La muerte de uno de ellos, era un suceso sumamente lamentable.

Sin dudas, la ferocidad de los guerreros jaguar los hizo una parte muy importante de uno de los cuerpos bélicos más fascinantes de la historia antigua.

 

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