Desde que tenemos conciencia, creemos que somos los únicos seres inteligentes que habitan el planeta Tierra. Algunos hasta sostienen que los seres humanos tenemos la distinción de ser la única raza pensante en todo el universo.
Ahora bien, ¿qué tal si, por siglos, hemos estado compartiendo el planeta con criaturas que viven bajo la superficie? ¿Y si el reino de Agartha de verdad existiera?
Las leyendas sobre Agartha: un reino subterráneo
En casi todas las culturas y religiones antiguas, se ha enseñado como doctrina la existencia de un mundo subterráneo, el inframundo, donde habitan criaturas monstruosas. En estas cavernas subterráneas de gran profundidad, viven seres, espirituales o de carne y hueso, capaces de atormentar a los vivos. La creencia adopta distintas formas, pero con una idea común: existe un reino subterráneo.
Pues bien, durante la Alemania nazi se popularizó la idea de que, bajo la superficie, residían los ancestros de la raza aria. Estos habitaban en una o varias ciudades subterráneas, lugar conocido como Agartha. Toda una civilización de seres superiores, de origen extraterrestre, con tecnología y saber ilimitados.
En su afán por consolidar el poder y alcanzar la supremacía mundial, el propio Adolf Hitler aprobó una expedición a una de las puertas hacia el reino de Agartha. Los nazis realizaron exploraciones de las regiones del sur del planeta, y hasta crearon bases secretas para monitorear su desempeño.
Documentos alemanes que confirman la existencia de la Tierra Hueca de Agartha
Recientemente, se han descubierto documentos del tercer Reich donde se registran varios intentos por hallar las puertas hacia el reino subterráneo de Agartha. En uno de ellos se observa un mapa detallado, donde se demarcan las coordenadas de pasadizos secretos submarinos. Dichos pasadizos fueron usados por la flota alemana para ir a las regiones subterráneas misteriosas.
Entre la documentación, también se encuentra un mapa completo de los hemisferios Norte y Sur, e incluso un mapa del misterioso reino de Agartha. Sorprende, además, la presencia de una carta supuestamente escrita por Karl Unger, tripulante del 209 alemán U-Boat. En ella, el escritor señala inequívocamente que toda la tripulación había llegado al interior de la Tierra.
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Instrucciones oficiales detalladas para llegar a Agartha
Los alemanes dejaron por escrito una serie de instrucciones detallas, con la finalidad de orientar a los miembros de la expedición para que encontraran una de las puertas hacia Agartha. En ella se precisan las coordenadas exactas para encontrar el punto hacia el mundo subterráneo. También se deja entrever la existencia de nuevas instrucciones, que solo deberían ser leídas una vez la tripulación arribara a su destino.
Es bien sabido que el líder nazi, Adolf Hitler, estaba muy interesado en el mundo de lo sobrenatural, el misticismo y lo inexplicable. Seguramente veía en estos enfoques espirituales una oportunidad de afianzar su dominio sobre la comunidad alemana y mundial. Muchos de sus seguidores eran conscientes de sus intenciones, e hicieron todo lo posible por apoyarlo y complacerlo.
La Antártida: una de las puertas hacia el reino de Agartha
Una de las pruebas más concluyentes sobre la posible existencia de un mundo subterráneo, se extraen de los mapas realizados por el famoso artista y cartógrafo Heinrich C. Berann. Como parte de la National Geographic Society en 1966, elaboró un conjunto de mapas del planeta Tierra. En ellos se puede ver al continente antártico sin su característica capa de hielo.
Pero lo más sobresaliente de estos documentos cartográficos, es la presencia de pasajes submarinos que atraviesan todo el continente. Son como una especie de carreteras que se interconectan entre sí, y convergen en un mismo punto: la apertura hacia el interior de la Tierra. Quizá sea la obra de un artista gráfico con firmes convicciones, o una representación de una realidad oculta a nuestros ojos.
La existencia de la Tierra Hueca: ¿mito o realidad?
Nuestro planeta esconde un sinfín de misterios que han cautivado a las mentes inquisitivas de toda época. Las profundidades del mar, los fenómenos naturales, y las actividades de civilizaciones ancestrales están entre los más investigados. Todos han dado origen a mitos que, posiblemente, hunden sus raíces en alguna verdad.
Y por supuesto, no podemos dejar de lado la constante evidencia de que seres inteligentes, humanos o no, forman parte inseparable de cada relato. Un mundo subterráneo, donde sus habitantes conviven y prosperan en paz, sigue siendo un panorama que solo se dibuja bajo la superficie.
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