El conocimiento antiguo destacó por figuras misteriosas que estudiaban y practicaban la alquimia, entre ellas, un enigmático individuo conocido solo por su seudónimo: Fulcanelli. A pesar de que su nombre aparece en publicaciones y entre sus discípulos, la verdadera identidad de esta figura sigue perdida en la historia.
Un hombre que, en pleno progreso tecnológico y científico del siglo XX, demostró que la ciencia que practicaban nuestros ancestros seguía siendo desconcertante. Y a pesar de lo enigmático de su identidad, continúa sorprendiendo en nuestros días.
El misterio detrás de Fulcanelli
El seudónimo de Fulcanelli escondió a la mente maestra tras él. A pesar de los esfuerzos de aquellos que buscan su identidad, la mayoría de esas búsquedas extensas terminaban enredadas en laberintos que desviaban toda la atención a otras cuestiones.
Su sabiduría se concentra en dos obras destacadas: “Los Misterios de las Catedrales” y “Las Moradas de un Filósofo”. Estos libros fueron publicados tras su misteriosa desaparición en 1926, repletos de referencias a conocimientos antiguos enfocados en el dominio del mundo material. Sus enseñanzas han atraído a muchos buscadores hacia la alquimia, inspirados en el poder de crear y transformar.
Curiosamente, a pesar de su influencia dentro de esta ciencia ancestral, el nombre de Fulcanelli se mantuvo oculto para sus practicantes y no fue hasta una publicación de “The Morning of the Magicians” en 1963, que su legado se dio a conocer.
Es necesario resaltar que la alquimia es conocida como el arte de la transformación, la cual brinda una capacidad individual para trascender las limitaciones físicas. Era una habilidad que solo unos pocos practicaban en cada siglo, llegando incluso a ser olvidada en ocasiones. Sin embargo, con la llegada de Fulcanelli y sus enseñanzas, su práctica fue llevada a la vanguardia, demostrando que el hombre era capaz de dominar cosas más allá de las leyes materiales.
Pero sigue siendo un proceso tan desafiante como en épocas pasadas. A pesar de que existen muchos recursos disponibles para los interesados en ejercer esta ciencia, entender su lenguaje y dominar su arte es una tarea mucho más que complicada. Aun así, las enseñanzas de Fulcanelli facilitan el camino como nunca nadie lo había hecho.
El Matin des Magiciens
Jacques Bergier, un ingeniero químico, miembro de la Resistencia francesa y escritor, en colaboración con Louis Pauwels, escribió “El Matin des Magiciens“. Esta obra pionera vincula la alquimia con la física atómica, sugiriendo que los alquimistas antiguos tenían un entendimiento más profundo de las funciones atómicas que lo oficialmente reconocido.
El libro explora también la conexión entre el nacionalsocialismo y las prácticas ocultas, ofreciendo una nueva perspectiva sobre las atrocidades de Hitler. Bergier y Pauwels postulan que el mundo espiritual, como se refleja en el ocultismo, podría poseer un poder oscuro similar al mundo material.
Esta noción, latente en la conciencia colectiva, ganó reconocimiento después de una serie de descubrimientos científicos y consecuencias posteriores en la civilización.
A medida que la ciencia empezó a desvelar su faceta peligrosa, surgieron nuevas corrientes religiosas y espirituales en Occidente. Sin embargo, la alquimia, con su enfoque humanista en la mejora del mundo a través del dominio individual, ha perdurado, oculta en los confines de las grandes bibliotecas, incluyendo las enseñanzas de Fulcanelli.
De hecho, es a él a quien se le puede adjudicar la primera advertencia sobre los peligros de la energía nuclear. Según Bergier, fue dada en 1937, y se lo dijo al físico nuclear francés André Helbronner.
De acuerdo a su relato, cuando Bergier trabajaba como asistente de Helbronner, un extraño se le acercó, pidiéndole que le transmitiera un mensaje al físico nuclear. Advertía sobre el potencial destructivo de la energía nuclear, asegurando que los alquimistas en el pasado habían sido testigos de su poder y habían sufrido las consecuencias.
Esta historia causó tal impacto, que la Oficina Estadounidense de Servicios Estratégicos, precursora de la CIA, realizó una búsqueda implacable de Fulcanelli después de la Segunda Guerra Mundial, pero nunca lo encontraron.
La última mención conocida de Fulcanelli
La última noticia conocida sobre Fulcanelli se remonta a 1954, cuando su discípulo Eugene Canseliet lo visitó en un enclave oculto de alquimistas, ubicado en algún lugar de los Pirineos.
Según Canseliet, Fulcanelli aparentaba haber experimentado una transformación alquímica, mostrando una apariencia andrógina, ya que tenía rasgos tanto masculinos como femeninos.
Se cree que esta transformación representa la etapa final en el proceso alquímico, donde el adepto pierde cabello, dientes y uñas, reemplazándolos por nuevos. La piel rejuvenece, el rostro adopta rasgos asexuados y se considera que la persona ha superado las limitaciones del mundo físico.
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Tras su visita, Canseliet alegó tener recuerdos vagos de sus experiencias con Fulcanelli. No obstante, su pasaporte contenía un sello de entrada a España en 1954, lo que otorga cierta credibilidad a su testimonio.
Esto quiere decir que es posible que exista un enclave secreto de alquimistas en alguna parte de España, donde, posiblemente, Fulcanelli continúe vivo.
El enigma de, incluso, la existencia de Fulcanelli continúa inspirando a buscadores de sabiduría ancestral. Sus enseñanzas provocaron un renovado interés por una práctica que tenía décadas en el olvido y, a pesar de su desaparición y el misterio de su verdadera identidad, su nombre continúa inspirando a otros.
Referencias: Histories of Yesterday.
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