Enorme cometa se acerca a la Tierra y podrá observarse a simple vista

Un enorme cometa con un diámetro de aproximadamente 30 kilómetros; tan grande como una ciudad o como tres veces el monte Everest, se precipita hacia la Tierra, según han revelado los astrónomos.

El cometa, llamado 12P/Pons-Brooks, es conocido comúnmente como ‘cometa Diablo’, debido a que en las imágenes capturadas hasta el momento, los restos helados crean una apariencia que se asemeja a cuernos.

Cometa 12P/Pons-Brook (12P), fotografiado el 8 de octubre de 2023. Crédito: Comet Chasers / Richard Miles.

Ahora el cometa Pons-Brooks se encuentra dentro de la constelación de Hércules -la quinta constelación más grande de nuestro cielo-. Para localizarlo, los observadores deben mirar en dirección este-noreste, aproximadamente a 36 grados sobre el horizonte.

Cometa 12P/Pons-Brooks

Pons-Brooks fue descubierto en 1812 por Jean-Louis Pons y redescubierto de forma independiente por William Robert Brooks en 1883; de ahí su nombre compuesto. Fue identificado como el mismo cometa que se había visto en 1385 y 1457 (esas visitas se produjeron antes de que supiéramos cómo trazar las órbitas de los objetos celestes).

Según informó la NASA, a comienzos de octubre, este cometa, cuya órbita lo lleva alrededor del sol aproximadamente cada 71 años -71,33, para ser más exactos-, explotó, alcanzando su mayor brillo hasta el momento.

Pons-Brooks es un objeto celeste activo que posee un núcleo resistente y tiene la capacidad de experimentar erupciones violentas, liberando «criomagma», un compuesto que incluye sustancias como agua, amoníaco y metano.

En los últimos cuatro meses, el cometa ha sufrido dos fracturas internas. Esas fracturas han provocado que haya perdido gran parte de polvo y restos helados, lo que ha hecho que, en las imágenes obtenidas hasta el momento, se vea una especie de estructuras similares a cuernos, que le dieron su diabólico apodo.

Comparación de cómo se veía el cometa en erupción el 5 de octubre (izquierda) y el 7 de octubre (derecha). Los ‘cuernos’ se han desarrollado claramente a los dos días de la erupción inicial. Crédito: Eliot Herman.

Será potencialmente observable a simple vista el 21 de abril, cuando se prevé que alcance la magnitud +4, por lo que también podría ser visible a simple vista en mayo y junio de 2024.

Asimismo, según pronostican los astrónomos, será más brillante en el cielo nocturno el 2 de junio de 2024.

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Al parecer, no hay riesgo de colisión de 12P/Pons-Brooks con la Tierra, por lo que no representa ninguna amenaza para nuestro planeta.

Después de acercarse a nosotros, la roca espacial será arrojada de regreso al sistema solar exterior, tal y como le pasó al reciente cometa Nishimura, y no regresará hasta el año 2095.

Referencias: Live Science.

 

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