Encuentran un pueblo de 1.500 años de antigüedad bajo Ciudad de México

Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México han descubierto en la Ciudad de México, un pueblo teotihuacano que existió hace aproximadamente 1.500 años, mucho antes de que se fundara el Imperio Azteca.

El pueblo se encontraba cerca de la actual Tlatelolco, ubicada a unos (40 kilómetros) 25 millas al suroeste de Teotihuacan, una antigua ciudad-estado que alguna vez fue la fuerza política dominante en el Valle de México.

Aunque el pueblo fue identificado inicialmente por el arqueólogo Francisco González Rulen entre 1960 y 1964, excavaciones realizadas entre marzo y junio de este año de la Secretaría de Cultura de México y un equipo de investigación de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, brindan una comprensión mucho más completa de su significado.

Los hallazgos recientes sacaron a la luz varios restos de edificios dentro del asentamiento, incluidos canales de drenaje, agujeros para postes, pisos, líneas de piedra y un pozo. Al igual que elementos arquitectónicos e incluso sepulturas con ofrendas fúnebres junto a grandes cantidades de utensilios de cerámica que se utilizó para fechar con mayor precisión el sitio, alrededor de 450-650 d. C., aproximadamente la misma fecha que el apogeo de la influencia de Teotihuacan.

Cerámicas encontradas durante la excavación. Crédito: INAH

El pueblo, fue uno de los muchas aldeas pequeñas que cayeron bajo la soberanía de Teotihuacan, que en ese momento era la ciudad más grande del hemisferio occidental con una población estimada de al menos 150.000 personas.

Una economía más compleja de lo esperado

Según señalaron los arqueólogos, los hallazgos han permitido teorizar que la economía de los pobladores de la aldea no habría sido sólo de autoconsumo y recolección, sino de producción mixta, con aprovechamiento excedentario del lago de Texcoco, el más grande de los lagos que una vez dominaron el Valle de México y sustentaron múltiples imperios de hasta un millón de personas a la vez.

De igual manera, «quizás la economía incluso también estaba basada en la caza junto con una producción artesanal de cerámica o piedra, posiblemente especializada, ya que se encontraron varios fragmentos de figurillas macizas y articuladas modeladas, objetos de piedra verde, conchas, ofrendas funerarias y diversas puntas de proyectil de obsidiana y pedernal», señaló el arqueólogo Juan Campos.

Una de las figurillas de Teotihuacán hallada entre los elementos excavados. Crédito: Juan Carlos Campos Varela/INAH.

Referencia: CNN / Live Science / INAH.

 

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