ADN de una mujer que vivió en Japón hace 3.800 años reveló grandes diferencias con la población actual del país

Los restos fósiles de una mujer que vivió en el Japón neolítico aproximadamente hace unos 3.800 años, revelaron grandes diferencias genéticas con los habitantes actuales del país asiático.

Los científicos, liderados por el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia, llegaron a esta conclusión tras efectuar un análisis de ADN de un molar del cráneo de la mujer de Jomon -bautizada así por el período de la prehistoria del archipiélago que duró entre el 14500 y el 300 a. C.-, descubierta hace dos décadas en el yacimiento de Funadomari en la isla Rebun en Hokkaido, en la zona más septentrional de Japón, situada frente a la costas de Hokkaido.

Los investigadores explicaron que resultados del análisis del genoma, casi tan exactos como los de un análisis realizado para personas de nuestro periodo gracias a la buena preservación del ADN, sugieren que hace unos 18.000 o 36.000 años atrás un ancestro común divergió en lo que fue posteriormente el pueblo Jomon por un lado, y en el chino Han por otro.

Los hallazgos

Según la investigación, la mujer tenía varios rasgos poco comunes para la población japonesa contemporánea. Uno de ellos es la tolerancia al alcohol, una característica ausente en el 45% de los japoneses de la actualidad. La otra característica, aún más rara, es su adaptación genética a la digestión de comidas ricas en grasa, que es inherente al 70% de las poblaciones árticas pero está poco presente en otras partes del mundo.

Los datos obtenidos coinciden con la ocupación principal de los pobladores neolíticos del actual Japón, explicó al portal Live Science Hideaki Kanzawa, el autor principal del estudio:

«Se dedicaban [no solo] a la caza de animales terrestres, como ciervos y jabalíes, sino también a la pesca marina y a [la caza de] lobos marinos, leones marinos de Steller, leones marinos, delfines, salmones y truchas».

Asimismo, la mujer de Jomon disponía de un gen —que conservan solo un 5% de los japoneses— que determina dos particularidades: cera húmeda del oído y presencia de químicos que producen olor en las axilas.

Un estudio anterior también descubrió que tenía pecas, el cabello crespo y los ojos marrones.

Reconstrucción del aspecto de la mujer Jomon a partir de los datos del su genoma/Cráneo de la mujer Jomon. Crédito: Nation Museum of Nature and Science, Tokyo

Los análisis también sacaron a la luz que el pueblo Jomon es genéticamente cercano a los grupos de las áreas costeras de Asia Oriental desde el extremo oriente ruso hasta la península coreana, y que se concentraron en una población relativamente pequeña, viviendo de la caza.

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Según demostró la investigación, los pueblos del período Jomon se separaron genéticamente de los asiáticos continentales hace alrededor de 50.000 años. Entre las poblaciones modernas, con quien mayor semejanza guardan es con japoneses, coreanos, aborígenes de Taiwán, filipinos y el pueblo ulchi, que habita en la región de Jabárovsk, en el Lejano Oriente de Rusia.

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