Encuentran nuevo tipo de vasos sanguíneos escondidos dentro de nuestros huesos

La anatomía humana no se suele considerar como un área en que se den diariamente descubrimientos importantes, pero incluso hoy en día se descubren nuevos tejidos u órganos. Este es el caso del último hallazgo de un equipo de científicos, quienes han descubierto una red oculta dentro de nuestros huesos, un laberinto de diminutos vasos sanguíneos que nunca se han visto antes.

Los científicos han sabido por algún tiempo que los huesos tienen un sistema sanguíneo eficiente que permite que las células sanguíneas, así como las células inmunes producidas en la médula ósea, migren rápidamente a la circulación general, pero esta es la primera vez que realmente logramos verla.

En situaciones de emergencia, cuando no se puede acceder rápidamente a una vena, los paramédicos inyectan medicamentos directamente en la médula ósea de una persona. Ahora sabemos por qué funciona tan bien.

Ya hemos visto otros tipos de vasos sanguíneos en el hueso, como los que se encuentran en el centro de la médula ósea y en la superficie del periostio, una capa de tejido conectivo que rodea los huesos. Pero los nuevos vasos parecen atravesar directamente a través de los huesos largos (huesos largos, cilíndricos, que contienen médula, como los huesos de los brazos y las piernas), en un ángulo de 90 grados desde el eje largo del hueso.

«Como cualquier otro órgano, los huesos también necesitan un circuito circulatorio cerrado (CCL) para funcionar correctamente. Esto lleva sangre fresca a través de las arterias al hueso y transporta la sangre usada a través de las venas», explicó la primera autora, la Dra. Anika Grüneboom. «Aunque no estaba del todo claro hasta qué punto funciona el CCL de los huesos largos».

Es realmente inesperado poder encontrar una estructura anatómica nueva y central que no se haya descrito en ningún libro de texto en el siglo XXI», dijo en un comunicado el profesor Matthias Gunzer, quien dirigió la investigación en la Universidad de Duisburg-Essen en Alemania.

La investigación

Los científicos identificaron primero los nuevos vasos, denominados vasos trans-corticales, en ratones. Usando una sustancia química llamada etil cinamato, pudieron hacer que los huesos de la pata del ratón fueran transparentes. Teñían los glóbulos rojos y verdes, y cuando miraban a través del microscopio, podían ver cómo estas células coloreadas pasaban por lo que parecía ser un hueso sólido. En una tibia de ratón (hueso de la parte inferior de la pierna), el equipo encontró aproximadamente 1,000 vasos trans-corticales.

Los científicos utilizaron un químico llamado etil cinamato en los huesos de ratones para «limpiar» la superficie y hacerlos transparentes. Crédito: UDE/Matthias Gunzer/Annika Grüneboom

También descubrieron que la mayoría de la sangre en los huesos largos pasa a través de esta red de vasos: el 80 por ciento de la sangre arterial y el 59 por ciento de la sangre venosa, para ser precisos.

Los investigadores también identificaron los nuevos vasos en pequeñas muestras de huesos de muslos humanos; no había tantos, pero aún estaban allí. El propio profesor Gunzer se ofreció como voluntario como sujeto de prueba, y pasó seis horas en una máquina de imágenes mientras se examinaba detalladamente la parte inferior de su pierna. Una vez más, los investigadores detectaron su red de vasos recientemente identificada.

Parece extraño que un tipo entero de vaso sanguíneo pueda pasar inadvertido durante mucho tiempo, pero según los investigadores, el descubrimiento es probable gracias a los avances tecnológicos en ciertas técnicas de imagen que hicieron visibles las estructuras, y admiten estar sorprendidos por el inesperado resultado.

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El equipo de investigación admitió que se necesitan investigaciones futuras para determinar el papel exacto que desempeñan los vasos trans-corticales dentro del cuerpo y si están involucrados en ciertas enfermedades óseas, como la artritis reumatoide, la osteoporosis y los tumores óseos.

 

Los hallazgos se publican en la revista Nature Metabolism.

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