En la antigua ciudad de Dūr-Šarrukīn, ahora llamada Jorsabad (norte de Irak), existe un enigma que ha causado desconcierto durante más de un siglo. Ahora un asiriólogo del Trinity College de Dublín, cree haberlo descifrado.
En las paredes de un templo que data de hace 2.700 años, hay cinco símbolos misteriosos: un león, un águila, un toro, una higuera y un arado. Estos símbolos han generado muchas ideas, pero ninguna parecía descifrar el código… hasta ahora.
La secuencia de los cinco símbolos se dio a conocer por primera vez a través de dibujos publicados por excavadores franceses a finales del siglo XIX. Desde entonces, ha habido una gran cantidad de ideas sobre lo el posible significado de estos.
Recientemente, el Dr. Martin Worthington, especialista en lenguas y civilizaciones de la Antigua Mesopotamia, ha propuesto una solución fascinante.
Identificando símbolos de miles de años
Worthington sugiere que estos símbolos en realidad deletrean el nombre de un poderoso rey.
Según su teoría, las palabras asirias para los cinco símbolos – león, águila, toro, higuera y arado – al organizarse en la secuencia correcta, los sonidos deletrean la forma asiria del nombre “Sargón II” (šarginu), monarca que gobernó Asiria del 721 al 704 a.C., quien arrebató por la fuerza el trono a su hermano Salmanasar V.
Asimismo, el Dr. Worthington sugiere que cada uno de los 5 símbolos también puede entenderse como una constelación. Así, el león representa a Leo y el águila a Aquila. Por su parte la higuera sustituye a la constelación de ‘la Mandíbula’, que ya no tenemos hoy, sobre la base de que en asirio ‘árbol’ suena similar a ‘mandíbula’.
«Combinando estos dos rasgos, el efecto de los símbolos fue afirmar que el nombre de Sargón estaba escrito en los cielos, para toda la eternidad, y también asociarlo con los dioses Anu y Enlil, a quienes estaban vinculadas las constelaciones en cuestión», expuso Worthington.
Es como si los antiguos asirios estuvieran escribiendo el nombre de Sargón en las estrellas, asegurándose de que duraría para siempre.
Este descubrimiento no sólo resuelve un misterio de siglos de antigüedad, sino que también nos permite vislumbrar la antigua cultura mesopotámica.
Cuna de la civilización
Mesopotamia, que incluye el actual Irak y partes de los países vecinos, fue la cuna de la civilización; el hogar de babilonios, asirios, sumerios y otras culturas influyentes. Asimismo, es el lugar donde se inventó la escritura alrededor del 3400 a. C. y de donde se dice que provienen figuras importantes como Abraham, fundamental para tres religiones principales.
El trabajo del Dr. Worthington nos recuerda la riqueza y complejidad de las sociedades antiguas. No se trata sólo de resolver acertijos, sino de comprender los increíbles logros e historias de nuestros antepasados.
Los hallazgos fueron publicados en Bulletin of the American Schools of Oriental Research.
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